Sobre el Museo

 

Fundación del MaG

El Museo de Artes Gráficas (MAG) de la Imprenta Nacional de Colombia (INC) fue fundado el 30 de abril de 1964 por el señor Tarsisio Higuera con motivo de la conmemoración del centenario del Diario Oficial[1] (fundado el 30 de abril de 1864 por el Presidente progresista Manuel Murillo). El 18 de julio de 1964, tres meses después de su inauguración, la Academia Colombiana de Historia le envió a Vicente Peñalosa (director de la Imprenta) una carta de felicitación.

 

Desde su fundación, el MaG estuvo ubicado en las instalaciones de la INC en la carrera 15 No. 0-56 sur, hasta el año 2001, cuando la entidad se traslada a la nueva sede ubicada en la carrera 66 No. 24-09, lugar en la que actualmente se encuentra. Desde el año del traslado de la Imprenta, el MaG tuvo que esperar ocho años para que volviera a ser una realidad, mientras que se conseguía el presupuesto para hacer los estudios técnicos del edificio y la adecuación museográfica de la colección. En 2005 se empezaron hacer los estudios para el funcionamiento del MaG, y en el 2008 el arquitecto Mauricio Achury inicia la adecuación interna del museo.

 

El museo fue reinaugurado el 2 de marzo de 2010, bajo la dirección de la Gerente General de la INC, la doctora María Isabel Restrepo Correa, con el objetivo primordial de divulgar la historia y evolución de las artes gráficas en Colombia y de ser aporte cultural a la comunidad.

 


[1] El Diario Oficial, es la publicación institucional de la Imprenta Nacional de Colombia. Como documento histórico recoge día a día la actualidad legal de la Nación. Esta publicación dio comienzo al periodismo diario en Colombia, con la aparición de su primer número el 30 de abril de 1864. Desde entonces son innumerables los aportes que el Diario Oficial le ha hecho al país, pues en él ha quedado registrada la historia jurídica de la Nación. Además, la INC adelanta el programa Diario Oficial Digital que contiene la totalidad de las ediciones que el público puede adquirir en CD. Imprenta Nacional. Disponible en el siguiente enlace: Solicitar

 

La Imprenta en Colombia

Con la llegada de la imprenta a Colombia, la escritura y la lectura dejan de ser un privilegio, y fue el inicio para que la gente del común se interesara por aprender a leer y a escribir. Gracias a la lectura, las personas empezaron a tener acceso al conocimiento y empezaron los cambios culturales, políticos, sociales y económicos. Los libros dejaron de ser un privilegio de pocos, para convertirse en un objeto para todos.

 

En la época de la Colonia (s. XVIII), solo dos ciudades tuvieron imprenta en la Nueva Granada; Car­tagena de Indias y Santafé de Bogotá. La primera imprenta que llegó al Nuevo Reino de Granada, fue traída por la Compañía de Jesús a Santafé de Bogotá en el año de 1738[1]. En el año de 1735 llega a Santafé de Bogotá el hermano Francisco de la Peña encargado de manejar la imprenta traída por su comunidad, y de imprimir catecismos y novenarios que apoyaban la propagación de la fe católi­ca. Las primeras publicaciones fueron el Septenario al Corazón Doloroso de María Santísima (1738) y la Novena del Sagrado Corazón de Jesús. La imprenta de los jesuitas funciono 30 años hasta 1767, año de la expulsión de la Compañía del territorio neograna­dino, emitido por Carlos III de España.

 

Dos años después, llega de España a Cartagena don Antonio Espinosa de los Monteros (1769) a trabajar en el taller de José de Rioja. En el año de 1777 Espinosa se dirige a Santafé de Bogotá, por órdenes del Virrey Manuel Antonio Flórez, para encargarse de manejar la imprenta llamada Imprenta Real. En ésta imprenta, se imprimieron documentos como la Historia de Cristo Paciente, el Método para curarla viruela de José Celestino Mutis y los primeros periódicos en Santafé de Bogotá como el Aviso del Terremoto y la Gaceta de Santafé.

 

En 1791 se estableció en Santafé la Imprenta Patriótica de Antonio Nariño, se imprimieron los Derechos del hombre y del ciudadano (1793), el Papel Periódico Ilustrado de don Manuel del Socorro Rodrí­guez, la Historia Natural citada por Nariño y el Periódico de La Bagate­la (1811-1812) el cual divulgaba los aires independistas del momento. La imprenta funciono por tres años luego de que Nariño fuera llevado a la cárcel y la imprenta fue adquirida por don Nicolás Calvo.

 

Tras la muerte de Antonio Espinosa de los Monteros (1800) y el cambio de virrey Flórez (1782), don Bruno Espinosa de los Monteros, hijo menor de don Antonio, hereda la Imprenta Real hasta 1811. La imprenta Real es cambiada de nombre tres veces hasta que queda con el nombre de Imprenta Nacional de la Nación (1858). En 1812 aparece la Imprenta del Estado, bajo la adminis­tración de Francisco Xavier García de Miranda, en ella se reimprimen Los derechos del hombre y del ciudadano (1813) esta se mantuvo el año de 1817. La Imprenta del Estado, se convirtió en la Imprenta del Gobierno (1817 a 1822), bajo la dirección de don Nicomedes Lora discípulo de don Bruno, en ella se imprimieron los boletines Gacetas de Santafé. Por último, en 1823 empieza a funcionar la Imprenta de la República bajo la dirección de Nicomedes Lora hasta 1827.

 

En 1885 surge, la Litografía Nacional, destinada principalmente a la fabricación de billetes, papel sellado, estampillas y muchos otros trabajos litográficos. La Litografía Nacional estuvo a cargo de don León Villa veces hasta 1950, año en que fue suprimida por el Decreto-Ley 3746 de diciembre 20, sus elementos fueron vendidos al Banco de la República y otros se cedieron a la Imprenta Nacional.

 

Con la llegada del siglo XX, los avances tecnológicos se hacen evidentes con el primer Linotipo (importado 1915), las rotativas de gran formato de impresión multicolor y la máquina Ludlow importada por el periódico El Tiempo. La industria editorial se fortalece por el aumento de tiraje en las impresiones, y aparece el periodismo con los diarios y revistas cotidianas; como ejemplo se destaca la revista El Gráfico (1910), El Mundo al Día (1915), Cromos (1916) y Semana (1946) una de las revistas políticas más importante que permanece hasta nuestros días.

 

El periodismo de los años cincuenta, sesenta y setenta se caracterizó por las impresiones en color, las ilustraciones y las caricaturas. El país empieza a importar máquinas offset de mediano y gran formato, máquinas de reproducción fotográfica y el compugraphic para la di­gitación e impresión de textos en papel fotográfico. En los años ochenta y noventa la industria gráfica entra en la era de la informática y quedan desplazados las formas tradicionales de componer, levantar y armar el material gráfico por el computador y los programas de diseño.

 

Con el invento y evolución de la imprenta la circulación de información impresa empezó a cam­biar. En un principio los únicos impresos que circulaban eran los documentos religiosos, luego fueron los documentos científicos, revolucionarios y, a medida que la ciudad fue cambiando sus dinámicas se empezaron a ver periódicos y revistas evidenciaban los cambios que se producían en la cotidianidad y en el ritmo de vida de las ciudades colombianas.

 


[1] "De acuerdo con el impreso más antiguo [El septenario al corazón doloroso de María Santísima], encontrado por el padre Mesanza, de la Orden de Predicadores, en agosto de 1916, la imprenta de la Compañía comenzó a funcionar en 1738, aunque fácilmente es de presumir que pudo haber sido por lo menos en 1737, si se tiene en cuenta que el hermano de la Peña llegó al Nuevo Reino en 1735" (Higuera, 1970:73).